A blog about data, information and Tech by Mario Alberich

        

Web 2.0 y profesionales de la información (I): Software social


Una fábula sin moraleja


(Disclaimer: los personajes y situaciones aquí comentados son pura fantasía. Si te identificas con ellos puede que te interese el comentario posterior, pero recuerda que no me he inspirado en ti).

Ana


Ana trabaja en una biblioteca pública donde combina las tareas de catalogación de la mañana con las de atención al público durante la tarde.

Le gusta su trabajo y, a diferencia de algunas de sus compañeras y compañeros de trabajo, le atrae Internet y las posibilidaes que ofrece la tecnología. Le interesa lo que sucede en la denominada web 2.0.

A pesar de ello, desconoce el significado de la mayoría de tecnicismos, y hasta la fecha sólo ha tenido tiempo de profundizar en los temas más cercanos a su profesión: los buscadores, herramientas de tagging, agregadores de contenidos, y gestores de referencias y favoritos.

En los últimos dos años, algunos de los usuarios de la biblioteca que buscan información han preguntado sobre formas de buscar información en estos sitios. Algunos estudiantes de secundaria, por ejemplo, buscan fotografías en Flickr para sus trabajos de ciencias naturales, otros buscan música con licencia Creative Commons, y otros tantos buscan información que sería fácilmente localizable mediante un buscador generalista o en una herramienta de tagging.

Ante tales preguntas, lo que para ella resulta algo complejo por su falta de dominio, para sus colegas resulta prácticamente aterrador. Más de uno reconoce que no conoce Flick, y además sigue teniendo respeto a utilizar el ordenador.

Ante la perspectiva, Ana empieza a investigar algunos de estos servicios. Decide comentarle una idea a la directora de la bibliotec: ¿Qué le parecería si difundieran la actividad de la biblioteca a través de Internet, utilizando otros servicios ajenos al sitio web institucional?

Las últimas estadísticas habían demostrado que el número de altas de nuevos usuarios se había estancado, a pesar que la directora defendía la postura de aumentar esa cantidad para aumentar el número de préstamos y así solicitar un aumento del presupuesto de adquisiciones. Ante esta perspectiva, la directora pensó que no estaría de más tratar difundir la actividad del centro. Dio luz verde a la idea, aunque solicitó que se le fuera informando de los pasos realizados.

espués de recibir una respuesta afirmativa, abre una cuenta en Flickr, otra en del.icio.us (alguien le habla de connotea y también lo prueba). Se da de alta en Youtube, echa un vistazo a las Google Apps que tiene con su cuenta de Google Mail, abre un blog en Wordpress (que evidentemente tratará de evaluar con Google Analytics) y también se da de alta como usuario en Wikipedia en castellano. Al final de la campaña de altas, ha abierto una cuenta en ocho servicios.

El primer problema de Ana es la gestión de las cuentas y contraseñas. Ha puesto la misma contraseña en todos lados, pero en algunos lados la cuenta de usuario ya estaba alojada, se da cuenta de la dispersión digital que le supone guardar esto. Además, guardar usuarios y contraseñas no es muy adecuado, ¿Verdad?

Para ubicarse un poco, recopila información que tiene disponible en la red local de la biblioteca. Básicamente se refiere a actos y cursos que se han realizado en la biblioteca durante el último trimestre. Encuentra información sobre el total de asistentes, y alguna que otra fotografía de grupo.

Con esta información ya tiene para empezar. Realiza media docena de entradas en el blog y cuelga unas cuantas fotos en Flickr. Realiza una selección de estas fotos teniendo en cuenta la calidad, las emociones que transmiten, y el hecho que no se distingan demasiado las caras de personas ajenas a la biblioteca.

Después de realizar esta tarea, busca ganar visibilidad solicitando al webmaster de su página web que enlace el blog y el espacio de Flickr. El resto de servicios ya se irán activando con el tiempo...

...Y pasan seis meses


A las 11 de la mañana entra por la puerta la directora de la biblioteca. Es un momento calmado de la mañana y por eso se oyen sus pasos prácticamente desde el momento que traspasa el umbral de la puerta. Sin que se dé cuenta, Ana la tiene enfrente:

- Qué tal, Ana? ¿Cómo va la promoción de la web?

- Bien... Bueno, ejem -Ana trata de recordar los cuatros datos básicos que sacarían del apuro- tenemos entre 30 y 80 visitas diarias al Blog, 250 enlaces externos que apuntan a él, unas 50 fotos de cursos, dos vídeos, y... creo que 30 enlaces a nuestras guías de lectura.

- Hoy he tenido una reunión a la que ha asistido el webmaster. Me ha comentado que tenemos que aumentar no sé qué del tráfico de la banda del servidor. ¿Tú sabes algo de esto?

- Mmm... no, no tengo datos sobre las estadísticas del servidor. ¿Es un problema eso?

- Lo sería si no fuera que al resto de directores les ha entrado algo de envidia, especialmente cuando Joaquín (el webmaster) ha comentado que era la web de biblioteca pública más visitada "y de largo"... Me han preguntado cómo lo he hecho. Suerte que el Webmaster ha hablado de los referers, creo que es algo así como las citas bibliográficas, verdad?

- Sí, son los enlaces que hay en otros sitios y que la gente utiliza para acceder a nuestra web.

- Ya, entiendo... Y por qué nos enlaza la gente?

- No he tenido tiempo de entrar a fondo, pero en general han gustado las guías de lectura, y también el espacio de fotos. Lo segundo normalmente es de gente que tiene Blog y nos enlaza porque sale en una foto.

- De acuerdo... -La directora ponía cara de apuros, pero Ana lo tenía claro: con la curiosidad que tiene, lo que hoy está fagocitando la semana que viene y lo habrá aprendido-. Y eso del Pagerank? Porque dice que tenemos un 4 sobre 10.

- Vaaaya! -Ana se sorprendió: era algo en lo que no había reparado-.

- ¿Eso es mucho o poco?

- Bueno, para el tiempo que le hemos dedicado y lo competitivo que está el tema... la verdad es que no está nada mal!

La conversación decayó y la directora fue interrumpida por un colega de Ana. Poco después la directora se dirigió al despacho y Ana intentó recopilar toda la información que pudiera sobre el resultado de su actividad socializadora de la biblioteca.

Lógicamente esa información era importante para justificar el tiempo invertido. Contando mentalmente,
Ana consideraba que había invertido unas tres horas semanales en los servicios de las webs. A razón de unas 26 semanas laborables durante estos últimos meses, eso equivalía a... 78 horas? Tampoco era mucho...

Pero la directora no buscaba la justificación de las horas: no aún por lo menos. Había recibido unas cuantas informaciones que le daban por pensar que aquello quizá mereciera la pena:

  • La información del webmaster.
  • La sorpresa del resto de directores. Aunque sólo fuera por curiosidad, el hecho que el sitio web fuera visitado generó una especie de necesidad no cubierta: ganar visibilidad en el entorno web.
  • El hecho que usuarios de la biblioteca estuvieran enlazando el sitio web y el blog desde sus webs personales. ¿Acaso no es eso una forma de recomendar la web?
  • Algunos usuarios se habían acercado a mesa de información para pedir ayuda de cara a crear una cuenta en alguno de los sitios que Ana utilizaba. Al final, la propia Ana había creado un pequeño tutorial que colgó en el sitio de la biblioteca, y que ella enlazó en el blog.


La apuesta estaba clara: daba un alto grado de libertad a Ana para que, durante una tercera parte de su jornada laboral, llevara a cabo los siguientes objetivos:

  • Promocionar y dar visibilidad al sitio web con la misma filosofía que hasta ahora: proximidad y reconocimiento.
  • Desarrollar cursos para el uso del denominado software social. El curso sería inicialmente impartido al resto de trabajadores del centro.
  • Preparar documentación y redactar una ponencia que la directora apoyaría en los siguientes congresos sobre bibliotecas públicas.
  • Responder periódicamente a dudas de la propia directora, con el objetivo de identificar las posibles mejoras del servicio.

Objetivos sobre la mesa


Pocas palabras le quedaban a Ana ante la situación. Tenía delante suyo un horizonte no identificado. Arrojada a un entorno que aún no conocía pero con el que disfrutaba, empezó a buscar información y recursos sobre cómo llevar a cabo esos objetivos...

¿Y tú, cómo los continuarías?

Me comprometo a continuar la historia, con pena o gloria (es que rimaba...), aunque estaría bien conocer alguna opinión...

© 2007 and beyond Mario Alberich, licensed under CC-BY-SA unless stated otherwise.