Para desmitificar este término ,los autores proponen utilizar el término trance como sustituto y así eliminar prejuicios.
¿Qué es el trance? Entrar en trance no es algo que requiera un gran aprendizaje ni técnicas espectaculares. De hecho, el trance tal como lo exponen los autores es algo que sucede mucho más a menudo de lo que nos parece. Si has conducido y durante un rato tu mente se ha evadido, has entrado en trance. Si has perdido el hilo de la conversación, has entrado en trance. El hecho de hacer algo queriendo pero sin ser totalmente conscientes nos traslada al estado de trance. Sólo es eso.
Milton Erickson utilizaba la hipnosis para inducir el trance en sus pacientes. Lo que consiguió Erickson fue utilizar ciertos patrones del lenguaje para que las personas entraran en estado de trance. Estos patrones provocan una especie de cortocircuito en nuestra consciencia: aprovechan puertas traseras que dan acceso directo al inconsciente.
Sorprende que este proceso de entrada en trance es algo que hayamos vivido todos... si te contaban cuentos en la infancia. Frases ambiguas como érase una vez... o Hace muchos años en un país muy lejano... desbordan la capacidad consciente de un niño, igual que nos desborda el concepto de infinito cuando tratamos de representarlo. Para tratar de resolver ese desbordamiento, el inconsciente se activa para dar una respuesta plausible.
La primera conclusión de todo esto es que hemos crecido hipnotizados . La segunda, como apuntan los autores, es que la poesía es una gran fuente de términos que inducen al trance.
El modelo de Milton se basa en generalizar. Es decir, ascender en las categorías de nuestros modelos mentales. El objetivo de la generalización es relajar el contexto de unos valores. Con esta generalización la parte consciente del individuo se ve desbordada en la capacidad de concretar y deja paso al inconsciente. Explicar este proceso en dos frases lo muestra como algo superficial, por eso recomendaría a los interesados una lectura más a fondo sobre el tema.
Para conseguir este objetivo, el modelo Erickson propone utilizar formas de lenguaje explícitamente difusas, que se resumen en la siguiente serie de patrones:
Otro de los conceptos interesantes deducibles del modelo Erickson es el Isomorfismo: dos elementos que actúan igual a nivel externo pero que tienen un contenido diferente son isomórficos. El término isomorfismo parece algo lejano al lenguaje, pero tiene una relación muy directa: si hablamos de metáforas, fábulas y cualquier recurso estilístico que represente una analogía en la relación Imagen-Representación, estamos utilizando un isomorfismo.
En la lista anterior algunos de los puntos son aplicables casi de forma exclusiva en la comunicación sonora, pero en otros casos los patrones son plenamente aplicables a cualquier forma de comunicación, incluyendo la escrita.
Me parece curioso comprobar las analogías que existen entre los patrones del lenguaje que inducen al trance, y el estado de ambigüedad, tanto terminológica como sintáctica. Parece que el proceso de aprendizaje y el trance corren paralelos. Recibimos una información que intentamos manejar para conceptualizar y contextualizar, y resulta que la ambigüedad bloquea nuestros engranajes conscientes. Si la información se puede desambiguar, aprendemos; en caso contrario, quizá entramos en trance.
Trasladando este proceso de "trance" a la recuperación de la información, se sabe que la ambigüedad (y la generalización) genera mayor exhaustividad que precisión (muchos resultados, poco precisos). Si el buscador fuera humano, su trance se traduciría en verborrea, como si fuera un diálogo interno.
Las técnicas de desambiguación de los lenguajes documentales tratan de resolver ese ruido, porque se espera que el modelo cognitivo del individuo y el índice del sistema sean suficientemente similares. Lo que sucede actualmente es que esta circunstancia no es habitual (exceptuando a profesionales recuperando en base a lenguajes controlados), y especialmente cuando se utilizan los buscadores generalistas del entorno web. La cantidad ingente de información oculta un poco esa situación, pero muy pocas veces tenemos la certeza que una búsqueda nos aporta el documento más relevante.
Aplicando el modelo de Erickson a los buscadores, quizá "hipnotizar" a los buscadores permita mejorar la recuperación, utilizando un proceso inverso al actual: ambiguar para crear situaciones de serendipia o simplemente de interacción del usuario. En base a los estudios realizados en la recuperación, parece que hay una analogía interesante entre los niveles del modelo Erickson y el modelo estratificado de Saracevic. Uno y otro caminan en sentidos contrarios, pero quizá se pueda encontrar un punto de intersección entre ambos y abrir vías para introducir mejoras en algoritmos.
Las búsquedas ambiguas del usuario (y no el documento ni el algoritmo) pueden ser vías para diagnosticar los desórdenes (por ambigüedad) en el índice del buscador. Desde luego, esto último no es tarea del propio usuario, sino de la mejora continua de los algoritmos.
Como en otros casos, la inversión de criterios (ambiguar en vez de concretar) puede aportar vías alternativas de análisis para responder algunas cuestiones que los análisis clásicos, basados en criterios de consciencia y coherencia, quizá no puedan resolver.
Para muestra un botón: las palabras vacías son teóricamente un engorro para la recuperación de información desambiguada, pero pueden ser un recurso muy interesante para detectar el idioma de un documento. Dada su constante presencia en el texto, pueden incluso ayudar a detectar fragmentos de texto con un idioma distinto al general del documento. La detección del idioma forma parte de la indexación y no de la recuperación, pero afecta a la relevancia.
La ambigüedad en la búsqueda trata de perseguir un objetivo similar: destilar factores de relevancia distintos al que nos aporta el contenido. No se van a resolver en el mismo momento de la recuperación (si lo que queremos es que el usuario desambigüe, ya existe la opción de recibir el feedback del usuario), sino que mejoraran el proceso de indexación.
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