Reflexionaban en FlowingData sobre la posibilidad que se esté cerrando la era de los anuarios estadísticos.
La deducción es la siguiente:
¿Quién se ve afectado? Todo aquél que no tiene medios para convertir los datos en estructuras similares a los anuarios.
¿Es una decisión acertada? Por el corto plazo de tiempo que llevan los datos en abierto, creo que no.
Desconozco la situación, pero si no se ha cerrado el espacio que hay entre quien sabe procesar los datos y quien quiere consumirlos en un formato como el del anuario estadístico, existe un colectivo que deja de tener los datos en un formato que era suficientemente abierto.
Un posible ejemplo (si realmente no hay nadie que cumpla con ese rol editorial) que abrir los datos puede ser contraproducente con el objetivo de la transparencia.
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