Así lo enfocaba Rolf Dobelli en The guardian con el artículo News is bad for you. Sus argumentos (y siempre bajo su opinión) son:
Eso no me parece que sea todo responsabilidad de los generadores de noticias. No al menos por completo. Es una cuestión de moderación. Estamos saturados de información y cualquier lectura nos obliga a desbrozar conscientemente para mantener abierto el camino de la relevancia. Por su naturaleza (rápida, agresiva, fácil lectura, y en parte superficiales), las noticias son especialmente complejas, pero no me parecen las culpables de todo.
Después de esa lectura, siempre nos queda volver a mirar hacia adentro y quizá también buscar soluciones que nos mantengan a dieta.
Buen provecho.
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